Momentos

   Derrepente me puse a reflexionar en lo desilusionada que me sentía con las personas que habían formado parte importante a lo largo de mi vida y me dio mucha tristeza pensar en ello, en que ya no están aquí por esa misma razón, por me me habían desilusionado y me había encargado de que ellos sintieran lo que yo había pasado en ese momento.

   Mas desdichada me sentí cuando recordé lo que durante "los buenos momentos" pasamos juntos y cuestionarme, mas tarde si habían sido buenos para ellos también.


   Ahora comienzo a preguntarme si tengo amigos, si algún día los tuve y si eso significó algo para mí y para ellos.



   Mis grandes amigas ya no están conmigo, y la que aún están me pregunto si seguiría siéndolo si no viviéramos tan cerca, si no nos viéramos por casualidades, seguido. Es difícil responder a eso ya que la vida me ha enseñado que está hecha de oportunidades va en uno el querer aprovecharlas. Oportunidad de asistir al colegio, de elegir una carrera, de poder terminar esa carrera, de sacar algún proyecto adelante con o sin ayuda, oportunidad de acercarse a la gente con la que compartes diariamente, oportunidad de dejarlas ir.


   Un papel bien importante en esto, sin duda juega el destino, el es quien se encarga de crear esas oportunidades y si es que uno es mas ingeniosa se va creando sus propias oportunidades.


Tuve la oportunidad de compartir con gente que me hizo mucho bien, gente que me hacia sentir feliz, personas en las que confié partes importantes de mi vida, me aferré a ellas de tal manera que cuando ya no estuvo latente la oportunidad de seguir juntas todo se desmoronó.


La vida a veces te da lecciones tan drásticamente que de ninguna manera las olvidas. Una de ellas la recuerdo así: luego de un verano, comenzaban ya las clases en el instituto, era el principio de mi último año de carrera y estaba muy ansiosa en empezar mis últimos talleres. Todo estaba planeado mi mejor amiga de ese entonces me había confirmado su fidelidad en el próximo proyecto con lo que buscar grupo de trabajo ya no era preocupación, sin embargo algo había cambiado en mí, en ella, y yo solo me enteraría al momento de legitimar los grupos. Ella ya había acordado ser parte de otro grupo y en el cual yo no estaba. No era el grupo mi preocupación, no era el hecho de ella se alejara lo que me afecto sino la forma en que me lo dijo...ella tenía que mejorar su promedio este año así que tenía que velar por lo que mejores resultados obtuviera, estaba privilegiando su propia integridad como alumna y futura profesional. Y yo quedaba mas sola que nunca...


No sólo era una soledad de no estar acompañada, era una soledad de mi alma de ver destrozado todo aquello a lo cual me había aferrado...una vez que experimentas un sentimiento así de desilusión todo se desmorona y eso te pone muy triste y mas sola. Sería el temor de volver a pasar por lo mismo, quizá un sentimiento de auto protección ni idea...


Cuando pienso en ello me encuentro con dos sentimientos opuestos que no puedo controlar, por un lado esta la alegría de recordar todo el tiempo, esos "buenos momentos" que más de una vez me sacaron de apuro a su lado y por otro la desesperación de no saber si fue traición o solo una opción de subsistencia del ser humano.


Fue en ese momento en que comprendí que la vida no es otra cosa sino un conjunto de momentos, va en nosotros disfrutar cada uno de ellos y luego mas tarde recordarlo como eso, solo un momento.


En mi vida han pasado muchos buenos momentos otros que no lo fueron tanto... y la vida sigue y los momentos van quedando, mi filosofía, Carpe Diem!!!, aprovecha el momento.