En conclusión: TE AMO


   Hablar de amor y enamoramiento siempre es un tema complicado, ya que como no resulta ser nada lógico se hace más difícil entenderlo.

   El amor, como todo sentimiento es un proceso. En él nos encontramos con diversos factores en los que al final decimos si estamos enamorados o no. A pesar de no ser lógico resalto “decidimos enamorarnos” por que de algún u otro modo caemos en llamarlo amor porque no encontramos otra definición que mejor abarque lo que sentimos.


   Sabemos que es más fuerte que un “me gustas” y va más allá del cariño y sin embargo no conocemos las reales dimensiones de lo que “estar enamorado” implica.


   Como en todo proceso el tiempo es un factor fundamental para determinar si estamos o no enamorados. Un proceso en el cual el tiempo está íntimamente ligado a la evolución de la relación. Y cuando digo tiempo no hablo de cantidad sino de calidad.



   En la teoría de la relatividad, Einstein sostiene que el tiempo varía según el marco referencial del observador. Esto lo interpreto de la siguiente manera: No sentimos el mismo lapsus de tiempo cuando estamos aburridos que cuando disfrutamos alguna situación. Aunque fuera el mismo tiempo cronológico, no lo percibimos de la misma manera.


   Tiempo de estar juntos, de conocernos, tiempo de extrañarnos, tiempo de dormir y ser lo último  que veas en la noche, de ser lo primero que veas al despertar, tiempo de ser humano con la otra persona, de compartir intimidades, y que ya la palabra íntimo ahora hable de dos.


   Ahora, lo que determina los distintos grados de evolución en la relación es la confianza de la cual se deriva la aceptación. Esta hace que todo ese tiempo que pasamos juntos hagan darme cuenta que quiero verme contigo el resto de mi vida, que quiero repetir esos momentos y verte despertar día tras día, que quiero ser yo la última persona que te de las buenas noches; que quiero poner paños fríos en tu frente cuanto te sientas enfermo o sentir que estas sujetando mi mano cuando la que se siente mal soy yo.


Bien lo dijo Neruda en uno de sus poemas:



-”Aquella


que tú amas,
no es mujer para ti,
por qué la quieres? Creo
que podrías hallar una más bella,
más seria, más profunda,
más otra, tú me entiendes, mírala qué ligera,
y qué cabeza tiene,
y mírala cómo se viste
y etcétera y etcétera.”
Y yo en estas líneas digo:
así te quiero, amor,
amor, así te amo,
así corno te vistes
y como se levanta
tu cabellera y como
tu boca se sonríe,
ligera como el agua
del manantial sobre las piedras puras,
así te quiero, amada.


   Por que al final nadie lo entiende, pocos han sabido reconocerlo, pero cuando de verdad lo sientes vuelves a nacer pero ahora ambos, de un mismo vientre…