Qué trato de decirme


Dentro de ti encontrarás todas las respuestas...

Seguramente, en más de una ocasión nos hemos topado con esta frase, en momentos difíciles el consejo recurrente es justamente eso. Pero que complicado resulta poder descifrarlo.

Suele suceder que lo primero que pensamos es en buscar ayuda, comentamos con amigos o conocidos en quienes confiamos, nuestros problemas intentando rescatar algún consejo que a ellos, en experiencias similares les dio buen resultado o, en caso contrario lo tomamos como guía para no optar por esa alternativa.


Sin embargo no nos damos cuenta que por mas cliché que suene, la respuesta está justamente en el último lugar que nos atreveríamos a buscar, en nosotros mismos. Nuestro subconsciente sabe lo que nos conviene y lo que no y nos envía señales para que nosotros descubramos el camino. Pero, porqué no lo hace de forma mas directa. Claro por que quien se encarga de la parte emocional, de nuestros sentimientos, de aquello que escapa de toda lógica es nuestro lado derecho.

Voy a explicar de forma superficial el tema de los hemisferios o lados cerebrales. Como ya sabemos, nuestro cerebro se divide en dos grandes masas o "hemisferios", el derecho y el izquierdo.

El lado izquierdo es quien se encarga de manejar la información lógica y racional de respuesta frente a las distintas situaciones que vivimos a diario; y el lado derecho es quien se preocupa de lo mas artístico, etéreo, ilógico. Es nuestro lado izquierdo, en la mayoría de los casos, quien toma las decisiones, quien decide como actuar, quien controla la situación quedando, de este modo, nuestro lado derecho, al margen de participar.

Sin embargo, cuando logramos desestabilizar al lado izquierdo, entonces el derecho se hace cargo y nos volvemos mas artísticos y creativos.

Pero, cómo logramos este cometido, enfrentando a nuestro lado racional a situaciones ilógicas, absurdas, de este modo él piensa que eso sale de sus parámetros, no sabe como enfrentarlo entonces se lo deja al lado derecho para que se haga cargo.

Volviendo a las señales, es a través de los sueños en que nuestro lado creativo comienza a manifestarnos, a alertarnos, a aconsejarnos como actuar en el tema de las emociones.

Las emociones son algo complejo por entender, incluso para nuestro lado racional, ya que no siguen un patrón.

Los sueños, en su mayoría absurdos, contienen una potente herramienta a la hora de comprender nuestras emociones y tomar decisiones, actúan como una especie de oráculo a los cuales, incluso podemos consultar si así lo deseamos, es complejo el mundo onírico, pero es nuestro inconsciente en plena manifestación. En este espacio podemos comenzar por buscar aquellas respuestas que no obtenemos por otra vía. Aquí, en su mayoría, nada es lo que parece, personajes disfrazados, lugares inimaginables se nos van presentando en forma de señales que debemos ir descifrando.

Emociones no manifestadas conscientemente, sentimientos suprimidos, y hasta premoniciones pueden estar presentes en nuestros sueños. Un universo completamente penetrable se nos abre entre cada pestañeo, una conexión directa con nuestro ser mas básico, mas humano, aquel que no teme expresarse, que no piensa las cosas, sólo actúa y se desenvuelve sin tapujos pretendiendo motivar nuestro actuar consciente a esta misma filosofía: ser feliz.

Me lo dijo un Sueño, corresponde al título de un libro que me pareció interesante consultar y trata justamente de eso, los sueños y como aprender a comunicarnos a través de ellos.