En busca del destino

En una obra de teatro, cada escena está presentada luego de la apertura del telón. Este simple hecho marca el momento preciso en que el cuadro siguiente puede ser expuesto. En la vida ocurre algo similar: debemos completar cierta formación que nos prepare para enfrentar el nuevo desafío que se nos presenta: la oportunidad.Pero cómo podemos distinguir una oportunidad de algo que no lo es. ¿Qué nos querrá decir la vida con esto?¿ Qué debemos aprender?


A mí me parece que en eso consiste la vida, en descubrir y descifrar esos "mensajes" para continuar nuestro camino y el cuadro siguiente nos pueda ser mostrado.

Nos enfrentamos a una decisión y nos complicamos intentando averiguar de todas las opciones, cual es la mejor, la mas acertada, aquella con la cual le damos el gusto a mas gente, en definitiva, cual es la ocpión social mente correcta olvidándonos, en la mayoría de las veces, de qué queremos nosotros.

Las tentaciones, muchas veces se disfrazan de oportunidades para desorientarnos, desviándonos de nuestro objetivo, retrasándonos. Confundimos lo que queremos con lo que nos conviene.

Pero no es más que otro obstáculo en el camino que debemos sortear con ingenio y obtener el  máximo provecho de la situación.

Desde el momento en que nos planteamos un objetivo, una meta que queramos alcanzar, desde ese mismo momento debemos tener en cuenta que todo aquello que nos suceda durante nuestra trayectoria girará en torno a ello y las energías se concentrarán a nuestro favor o el mundo conspirará para que ello no suceda dificultando que lo logres.
Cuando tomes una decisión, cualquiera que sea, no pienses en la otra alternativa, no mires atrás lo que perdiste, sino enfoca todas tus energías en visualizar lo que obtendrás, a lo que te estás acercando. Lo dice "El Secreto", best seller internacional de libros, lo encuentras, también en los fundamentos del feng shui y en otros tantos libros y ensayos disponibles incluso gratuitamente en la web.

Las cosas cuando no nos resultan es porque nos predisponemos a que así sea, sentenciando por ejemplo: Qué difícil, eso yo no puedo hacerlo.

 “Había dos niños que patinaban sobre una laguna congelada. Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban sin preocupación. Cuando de pronto, el hielo se reventó y uno de los niños cayó al agua.
El otro niño viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo, tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron:
-¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es imposible que lo haya podido quebrar, con esa piedra y sus manos ¡¡¡tan pequeñas!!!
En ese instante apareció un anciano, que dijo:
-Yo sé cómo lo hizo…
-¿Cómo? - Le preguntaron al anciano y él contestó:
- No había nadie a su alrededor que le dijera que no se podía hacer...