Llegó la primavera; los arboles florecen, las calles se llenan de colores; la tierra está ahora un poco mas cerca del sol, el ambiente se vuelve más cálido, las aves comienzan su período de apareamiento, las flores se abren, el viento las mece de un lado hacia otro, los plátanos orientales y dientes de león esparcen sus pelusas cuales copos cayendo desde las alturas, una escena tan maravillosa y de repente ACHUU!, salud!, ACHU!, dinero! y...
pero y qué pasó con el amor; where is the love?, como lo evoca la canción de "black eyes peace" que fuera hit en algún momento. Sólo faltaba un estornudo más, un simple y estúpido estornudo. ¿Qué acaso la salud y el dinero no son suficientes?. Clamamos por amor, anhelamos aquello que debió estar en primer lugar y al cual hemos desplazado al último en nuestro afán por creer que podemos prescindir de él.
Cuando vi, y no me pregunten cómo ni por qué, el tan esperado reallity show de las Argandoña, me quedé reflexiva justo en el momento en que en que la ex miss Chile estornudó y ella misma evocó con el primer estornudo la salud, con el segundo al dinero y luego exclama que con eso ya es suficiente y que no necesita del amor. Lo que me pareció curioso, fue que a pesar de la fortuna que se adjudica, de la salud que a su edad goza, gran parte de las escenas expuestas de su vida en su programa, ella aparece infeliz, sola y llorando.
¿Es el amor, lo único que se necesita para ser feliz?. Que tiene el amor que el dinero no puede comprar. Qué, que ni el gozo de buena salud podemos alcanzar.
En una próxima expresión alérgica procuraré estornudar tres veces para que no me falte nada y pueda ser feliz. O mejor aún, simplemente me sentaré junto a mis seres queridos y con una copa en la mano brindaré: SALUD!.