El Poder de la Felicidad


Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas. (Pablo Neruda)

No sé como transmitir en palabras lo que siento, es una fuerza incontrolable que me inunda, me llena y me sobrepasa. Es una energía tan poderosa, una luz tan brillante que sale a través de mi piel y encandila a quienes están a mi alrededor. Me tiene cantando por los pasillos, hace que me detenga a observar las distintas tonalidades que componen el cielo, el sutil movimiento de las ramas de los árboles que provoca la brisa cuando pasa entre ellas, viendo el vaso medio vacío, pero no por que se esté acabando, sino como una oportunidad para volverlo a llenar, y que me hace poder elegir de qué quiero llenarlo.


Esta energía provoca que me levante de prisa cada mañana, no porque esté atrasada, sino para aprovechar cada momento del nuevo maravilloso día que se presenta ante mí. Y aunque la mayoría de los días me siento cansada, sé que es por que aproveché al máximo el día anterior.

Disfruto, inclusive, haber experimentado tanto dolor, tanta tristeza, tanta soledad, tanta melancolía que hizo que me cuestionara hasta mi propia existencia, y fue ese mismo cuestionamiento quien llevó replantearme, renovarme, y darme cuenta, finalmente quien fui, quien soy y quien puedo llegar a ser, fue esa experiencia, la que me permitió dimensionar cuán feliz soy.

Me siento completa, satisfecha, tranquila y profundamente entusiasmada. Tengo tanta felicidad dentro de mí, que alcanza para todos. Cada momento es una instancia para agradecer, para aprender, para vivir.

¡Que Linda es La Vida!, felicito a quien se le haya ocurrido semejante creación.

Muchas Gracias y Hasta Pronto.