Elijo Ser Feliz


   Ya perdí la noción del tiempo, ahora comprendo a lo que se refería la teoría de la relatividad de Einstein cuando afirmaba que "el tiempo es relativo": Préstale atención a un minuto de tiempo en el reloj, y te parecerá una hora; ríe durante ese mismo periodo y verás cuán rápido se te pasa.

  A veces siento que el tiempo demora en pasar cuando ya sin darme cuenta ha pasado otro mes. Hay situaciones que me distraen y logran descentrar mi atención, a pesar que mi mente se empeña en recaer. Es como si dos personas distintas se alojaran dentro de mi cuerpo, que constantemente ambas luchan por dominarme. Una quiere volver el tiempo y la otra pretende continuar sin mirar atrás. Yo, necesito de ambas para continuar. Aprender del pasado sin olvidar aquello que me hizo daño y caminar al futuro con esta información para poder dirigir de la mejor forma, mi actuar.

 No es bueno dejarse dominar por la una o por la otra "aprender" es la moraleja y ¿Qué es lo que debo aprender? es lo que intento descubrir.

 Qué significa decidir Ser Feliz. Que pasaré el día riendo, que tendré lo que quiera, que seré exitosa y reconocida, no creo que Ser Feliz sea tan sólo eso. 

 La felicidad no es el fin, es el camino. Son momentos que vienen y van recordándote lo bella que es la vida y lo afortunados que somos al poder estar aquí. Es poder decir: "Estoy Vivo" y alegrarse por ello, es levantarse cada mañana y agradecer este nuevo día.
 La idea del Yin y el Yang está en lograr el equilibrio perfecto entre los opuestos. Si por algún motivo no podemos caminar, y luego después de muchas terapias logramos dar un par de pasos, nos alegramos. No lo haríamos de ese modo si siempre hubiésemos podido caminar sin dificultad. Uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde.
 
   La vida está diseñada de tal manera que todo funciona en perfecta armonía. El clima se regula de tal manera que hay una época para nutrir y otra para florecer... La noche da paso al día, el agua a la tierra. Todo funciona. Incluso nosotros.
   Nuestra propia existencia está regida en forma cíclica. Emociones y sentimientos se regulan para abastecernos de aquello que nos hace falta o de disminuir lo que nos sobra, para dejarnos con lo justo y necesario.
 El afán del hombre por cuestionar todo lo que sucede a su alrededor hace que analicemos los porqués de cada situación. Confundimos sentimientos y nos sentimos desdichados. Miramos y comparamos con nuestro alrededor y exponemos nuestra situación a las probabilidades, dejando en las manos de la fortuna, nuestro destino.
 Y continuamos viviendo, al final, de eso se trata la vida del hombre, de sacar el mayor provecho de todo lo que hace. Consciente o inconscientemente así lo hacemos al escoger nuestras amistades, al preferir cual o tal estilo. Me conviene lo acepto, no me conviene lo desecho. Y eso es lo que hace el resto de la gente con nosotros también.
  En la naturaleza esto es más común de lo que parece. Es el caso de las aves, por ejemplo, cuando los polluelos deben aprender a volar, la madre los arroja fuera del nido, desde una gran altura para que, al caer, por instinto abran sus alas y aprendan a volar. Aquellos más aptos lo harán, pero hay unos que no lo lograrán y mueren por la caída o en manos de depredadores. La madre, en este caso, no se cuestiona por qué lo hizo y ni siquiera llora su muerte, al contrario, se siente satisfecha porque aquel débil animal hubiese sido un estorbo a quien cuidar de los depredadores. 
  Si las aves fueran seres humanos, crearíamos fundaciones que se hicieran cargo de las endemoniadas madres y de los pobres y debiluchos polluelos, a estos les buscaríamos terapias y orientación psicológica que determinara la causa de la ineptitud de la criatura para volar.

   Y la vida continua, al mismo ritmo sin detenerse. Uno puede estar gritando tu dolor al mundo y él no parece escucharte, es más, te ignora tiene otros asuntos en qué ocuparse y no deja de funcionar porque tu no abriste las alas y caíste. 

 Caíste, no abriste tus alas y además de azotarte contra el suelo, quedaste viva, que es lo más terrible de tu historia, y para colmo, el mundo siguió girando. Pero hay que recuperarse, tomar fuerzas para levantarte, sanar tus heridas e intentarlo de nuevo. Ahora el tiempo es nuestro aliado y nosotros mismos nuestro mejor compañero, la razón nuestra armadura, y el corazón nuestro reflejo. Tenemos las herramientas, estamos más preparados con la ventaja de la experiencia; temerosos, sin duda alguna, pero mucho más fortalecidos.

 La felicidad es un don que se alberga dentro de nosotros mismos, intentamos buscarla fuera y por eso nos es tan difícil hallarla, no nos creemos capaces de poder ser felices, que no lo merecemos, pensamos, pero porqué resignarnos, yo aspiro a más, yo quiero ser feliz.
 Felicidad empieza con FE, fe en nosotros mismos.

Y como nos dice Julieta Venegas en una de sus canciones:

 "...no voy a llorar y decir que no merezco esto porque, es probable que lo merezca pero no lo quiero por eso me voy..."