Perderme en ti


 No era el miedo a volver a amar lo que me impedía involucrarme, más bien era el temor a perderme a mi misma en ello.

   Hubo una vez en que ame, una vez en que me entregué tanto que me perdí, y al final, cuando todas mis partes quedaron destrozadas, es que no supe cómo volver a reunirlas, no reconocí ninguna de aquellas piezas esparcidas, ni una me pareció siquiera familiar. Pero qué me pasó, en qué momento sucedió y cómo es que llegue a permitirlo.

   No he vuelto a aferrarme a nadie mas, no de la manera que quisiera. No he tenido el valor para volver a crear lazos, ni amigos, ni parejas ni siquiera con mi familia y no por miedo a perderlos, es más bien el miedo a perderme a mi misma. Eso me ha llevado a temer aún más de la gente, a alejarme de todos intentando no perder la voz, no dejar de escucharme, de mirarme, de sentirme feliz. En todo lo que hago pretendo la felicidad y lo que me aleja de ello, procuro alejarlo de mi vida también. Muchas veces me ha pasado que me he equivocado, y por ese temor es que he abandonado relaciones importantes, con mi trabajo, con mis compañeros, y con mis amigos y familiares. 

   No creí que alguna vez pudiera dimensionar lo egocéntrica que me he vuelto desde que decidí emprender este viaje por mi misma. He descubierto lo pequeña y frágil que soy, y eso me ha vuelto mas fuerte y grande. Me siento muy satisfecha con lo que he logrado y lo que he descubierto.

   Hoy descubrí que temo perderme otra vez, perder esa libertad de ser yo misma, por eso es que me inclino a la soledad, sólo por miedo, y aunque la disfruto me asusta pensar que sólo se debe a ese temor, no por quedarme sola, sino por quedarme sin mi.