Que decidan por mi



    Una señal puede ser una situación, un símbolo, un momento, cualquier cosa que me ayude a inclinarme hacia una decisión que llevo dando vueltas en la cabeza y que, bajo mi incapacidad de verme a mí misma a través de mis logros, me vuelve frágil y a la espera de que la vida la tome por mí. 
Y lo cierto es que soy yo quien produzco esas señales, busco afuera aquella respuesta que siempre ha estado clara en mi interior. Cada pensamiento, cada sentimiento, cada emoción va modelando mi entorno y no es mas que la proyección de aquello que está dentro y que necesita ser validada.

    Lo cierto es, que cuando no sigo ese sentimiento, voy apagando esa llama, esa pasión, eso que le da el sentido a mi vida. Que aquello no es correcto, que soy egoísta, que eso no es para mí, todas esas barreras culturales bajo las cuales me acuño cuando mi autoestima es baja y mi seguridad se ha visto mermada.

    Las decisiones que tomamos en la vida, son tan personales, tan nuestras que nadie a nuestro alrededor puede sentirse con el derecho a tomarlas por uno. Y si lo hace, es porque yo se lo he entregado, el de manejar mi vida. Las decisiones, cualquiera que estas sean, siempre serán buenas en la medida en que sean propias, de otro modo, no será tu vida, sino la de alguien mas. 

   Las decisiones me abruman, en especial cuando hay mas de una opción. Todo un sin fin de pensamientos que se desencadenan dentro de mi mente y que, sin el debido tratamiento, terminan por enloquecerme. Es por esta razón que, cada día experimento un nivel nuevo de locura que siempre terminan llevándome al mismo lugar, hacia mi misma. Después de todo, de eso se trata la libertad, de tener varios caminos, de que puedas escoger cuál quieres seguir, si hubiera solo una opción, eso no sería libertad.

   Y en el fondo, muy en el fondo, tratando de sobrevivir bajo todas esas barreras, bajo esos cánones sociales que han formado a una persona ideal, que no soy yo, pero que encaja perfectamente en ese significado de perfección que otros esperan ver, estoy yo, esa que si soy yo y que sabe lo que quiere, pero teme ir por ello.

Y soy libre y no me sirve, 
para que quiere la libertad en la luna un tigre, 
no me sirve...
Ricardo Arjona - Libre