Y todos me miran, me miran, me miran,
por que se que soy fina por que todos me
admiran,
Y todos me miran, me miran, me miran,
por que hago lo que pocos se atreverán,
Y todos me miran, me miran, me miran,
algunos con envidia pero al final,
pero al final, pero al final, todos me
amaran.....
Estrofa de una canción popularizada por Gloria Trevi que simplifica, de
cierta manera la idea que me ha llevado a concluir que el sex-appeal o
atracción hacia otra persona, se genera producto de la naturalidad y espontaneidad
sin reservas.
Es difícil, a cierta etapa en la vida tener que luchar contra los
parámetros de una sociedad sumergida en un sistema adoptado por otra cultura
que, en su desenfrenada sed de expansión, conquistó tierras para ampliar su
imperio. Una cultura de la que entendemos muy poco y que, sin embargo hasta
nuestros tiempos, aún sigue controlándonos.